El liderazgo y emprendimiento femenino han logrado un crecimiento sólido en América Latina y el Caribe, logrando impulsar una mayor participación e interés de mujeres de la región en diversas actividades, destacando principalmente las relacionadas a puestos gerenciales y creación de empresas en diferentes ámbitos.
Según el informe publicado por el Banco Mundial, el 50% de los emprendimientos de América Latina son manejados por mujeres; asimismo, alrededor de 17,217,911 pequeñas y medianas empresas de la región han sido fundadas y manejadas por mujeres, logrando contribuir en un 25% en el PIB de los países de la región, según el estudio del 2021 de Global Report del GEM (Global Entrepreneurship Monitor).
Asimismo, cabe resaltar que estos avances se dieron como resultado de múltiples factores que impulsaron su crecimiento. La pandemia, fue uno de los aspectos clave para las mujeres que las incentivó a innovar y reinventarse, asimismo, las incitó a iniciar múltiples proyectos para lograr enfrentar el impacto social y económico.
A pesar de estos estímulos, es importante resaltar los diferentes desafíos a los que estas emprendedoras debieron enfrentarse, entre los cuales se encuentran los estereotipos del sector así como la dificultad para acceder al capital necesario para poder financiar sus iniciativas a largo plazo.
Con el fin de enfrentar el nuevo panorama de este 2023, y continuar potenciando el liderazgo y emprendimiento femenino, es cada vez más necesario impulsar iniciativas que faciliten capacitaciones, educación continua y competitividad. Por otro lado, se puede resaltar la importancia de la movilización de mujeres emprendedoras que puedan brindar nuevas perspectivas y entablar nuevas alianzas.
En este nuevo año, es necesario que uno de nuestros principales objetivos o propósitos como región se enfoque en continuar abriendo nuevos caminos para la participación de las mujeres en actividades económicas así como promover herramientas que les permitan continuar desarrollándose en cualquier ámbito de su interés.