Barrick Pueblo Viejo, ejemplo de minería responsable en República Dominicana.
Hoy en día, el éxito de las empresas va más allá del nivel de competitividad e índice de ventas que puedan generar. El propósito organizacional contempla además pensar en el desarrollo del entorno, entendiendo los cambios que el mundo atraviesa y las nuevas necesidades que estos implican, enfocándose en el desarrollo de las comunidades vecinas.
En ese sentido, el sector minero juega un rol importante en liderar proyectos enfocados en el desarrollo económico y sostenible de las zonas donde se encuentran sus operaciones. Por ello, en Barrick Pueblo Viejo una de nuestras principales motivaciones es ejercer una minería responsable que nos permita contribuir al crecimiento económico y desarrollo social de la República Dominicana. De hecho, según la Responsible Mining Foundation, la minería responsable puede servir de motor para un desarrollo económico con amplios beneficios para generaciones futuras en diversos países ricos con recursos de ingresos bajos y medios.
Por este motivo, hoy les hablo sobre la importancia del valor compartido, ya que este concepto enfatiza la identificación de oportunidades que fomenten el desarrollo económico y el social. En Barrick somos consciente de ello, y por eso en el año 2006 obtuvimos los derechos para explotar la mina Pueblo Viejo, la cual se encontraba en estado de gravedad a causa de pasivos ambientales previos, comprometiéndonos con el proyecto para subsanar el daño ambiental y mejorar la vida de las familias y comunidades.
Pero desarrollar esta filosofía va más allá de la responsabilidad social, pues modifica la estrategia del negocio y se comienza a analizar las necesidades sociales, transformándose en oportunidades. La actividad que realiza Barrick Pueblo Viejo está orientada en construir un lugar de valor para las comunidades y cada miembro que las conforman, transformando lo negativo en oportunidades de desarrollo y crecimiento, estableciendo soluciones viables que puedan responder a las problemáticas de los habitantes.
Uno de los aspectos más gratificantes, sin duda, ha sido proveer a cientos de habitantes en cuatro municipios y 57 comunidades las posibilidades de mejorar su forma de vida, contando con acceso a agua potable, electricidad, aceras, calles y vías públicas en condiciones que puedan facilitar una mejor calidad de vida para las familias.
Sin embargo, aquí no culmina nuestra labor, por lo que les comparto otras acciones destacables de las cuales nos sentimos orgullosos:
- Asumimos el compromiso de empoderar a la mujer dominicana ofreciéndole la oportunidad de ocupar puestos de trabajo que típicamente son ocupados por hombres. Actualmente, ellas representan un 19% de la fuerza laboral de Pueblo Viejo, el mayor porcentaje de mujeres en la historia de la minería de Latinoamérica.
- Apostamos por la contratación de proveedores y contratistas de la comunidad de Sánchez Ramírez, lo que se traduce en más de U$346 millones en pequeños, medianos y grandes proveedores que forman parte del día a día de sus operaciones como empresa. Gracias a estos esfuerzos, esta localidad redujo sus índices de pobreza, convirtiéndose en la segunda con mejor índice de salud en todo el país.
- Desarrollamos alianzas con INFOTEP para formar a jóvenes e impulsar la contratación local. También, hemos creado programas de aprendices dirigido a jóvenes mayores de edad y sin experiencia laboral para aprender de la mano de expertos los procesos de la mina, la logística de diferentes departamentos, técnicas de manejo de vehículos pesados así como también la oportunidad trabajar en las operaciones según su desempeño en su periodo de prueba.
En definitiva, un enfoque de valor compartido permite conectar el éxito de la empresa con el progreso social de nuestro país, colocando los problemas de la comunidad en el centro y no en la periferia. En Barrick, asumimos el reto de ejercer una minería responsable y sostenible con el entorno que lo rodea, impulsando el desarrollo económico de la República Dominicana.