Skip to main content
Tiempo de lectura 16 minutos

Juana Barceló, presidenta de Barrick Pueblo Viejo, la primera mujer en dirigir una empresa minera en la historia de República Dominicana, y también en la multinacional canadiense, revela en exclusiva a CONTACTO los secretos para extraer el preciado Doré dominicano, una lingote compuesto por oro y plata que se ha convertido en la base para el crecimiento y progreso del país, y que ha impactado positivamente en la vida de los comunitarios de las provincias Sánchez Ramírez y Monseñor Nouel.

La minería responsable ya no es un “eslogan” ni un concepto, más bien es la actitud que asumen las empresas serias que sustentan el desarrollo de sus operaciones considerando ejes fundamentales, como el técnico-económico, ambiental y, por supuesto, social.

Y a pesar de que aún debe existir en el país muchos detractores de la explotación de la mina Barrick Pueblo Viejo, en Cotuí, lo que ha hecho esta empresa de capital canadiense (Barrick Gold Corporation) ha sido verdaderamente notable, especialmente, con las comunidades aledañas a la mina. Realmente, a miles de personas de Sánchez Ramírez y Monseñor Nouel la “minería responsable” les ha cambiado la vida.

Quizás, muchos todavía dudan de este progreso. Pero los números están ahí y no engañan a nadie. Desde que se comenzó a producir el Doré dominicano en 2013, República Dominicana nunca había tenido números como ahora de una empresa extranjera, tanto en materia de inversiones (la más alta en la historia del país), impuestos y en responsabilidad social.

Y ojo, que no todo ha sido fácil para la minera canadiense. Se encontró en el 2008 con una fuerte oposición de casi toda la sociedad civil dominicana para explotar la mina, especialmente de los medios de comunicación, con verdaderas campañas “anti Barrick”. Incluso, en el discurso a la nación del 27 de febrero de 2013 en el Congreso Nacional, el presidente Danilo Medina llamó a los ejecutivos de la Barrick Gold a que “accedieran a revisar los aspectos fiscales del contrato de explotación minera que tenían con el Estado dominicano” porque en aquel esquema de distribución de ingresos, luego del alza de los precios del oro en el mercado mundial, “era inaceptable”.

Al parecer, estas palabras calaron hondo en Manuel Rocha, Presidente de Barrick Pueblo Viejo en aquel entonces, porque el 5 de septiembre de 2013, el Gobierno dominicano y la empresa  minera Barrick Gold firmaron la Segunda Enmienda al Contrato Especial de Arrendamiento de Derechos Mineros (CEAM).

Y después de eso, todo cambió. Estos últimos cinco años han sido de tranquilidad y trabajo, mucho trabajo, como lo recuerda Juana Barceló, actual presidenta de Barrick Pueblo Viejo, quien en ese entonces era la “mano derecha” de Manuel Rocha en la minera, y que posteriormente le diría (en marzo pasado) “usted será la mejor presidenta de Barrick. Está decidido, no hay discusión”.

“Yo trabajé cinco años directamente con él (Rocha). Y realmente, al principio, fue muy difícil. Yo pienso que dentro de todo, nosotros implementamos una serie de programas para confrontar esa situación. Uno de ellos, de los más importantes, fue el programa de visitas, donde nosotros les decíamos a la gente: ‘ven y conoce’. Cada vez que la gente va a la mina, más del 90 % de las personas cambia su imagen con relación a la empresa, porque dicen: ‘bueno, Barrick es una empresa que contamina, una empresa irresponsable’… pero cuando ven la realidad, ven como nosotros trabajamos; ven los controles que hay; el entorno, el medio ambiente; como está realmente la mina, que no existe un tema o una situación de contaminación como se dice, ahí se dan cuenta de la realidad. Todo ha cambiado mucho, pero también el relacionamiento que hacemos con los comunitarios, con las comunidades, sobre todo en la zona, tengo para decirte que según los estudios de percepción de nosotros, más del 90 % de la gente entiende que su calidad de vida ha mejorado y el 80 % o un poquito más, quiere que la empresa se quede en la zona… eso te dice a ti que hay un entendimiento que originalmente no existía y que cree en su desarrollo. Entonces, también esas actividades que nosotros hacemos y todas las campañas que realizamos nos han ayudado a cambiar la percepción de la ciudadanía en general. Con eso hemos podido confrontar todos esos argumentos que no tienen ningún tipo de base, como por ejemplo, la transformación del río Margarita, que no fue un invento de nosotros. Todos pudieron ver lo que pasó antes con la Rosario Dominicana. No fuimos nosotros. Eso nos deja más tranquilos, que la gente ya sabe la verdad”, explica Juana Barceló, quien recibió a revista CONTACTO en las oficinas corporativas de Barrick Pueblo Viejo de la Avenida Lope de Vega.

Conversar con Juana Barceló es un verdadero privilegio. Como buena abogada, es muy clara en sus conceptos y maneja los datos de la empresa casi de memoria. Bueno, no por nada la ejecutiva lleva trabajando más de 15 años en actividades ligadas a la empresa minera. Aunque se incorporó oficialmente a la compañía  en 2009 en el cargo de Directora Legal para Pueblo Viejo, tras haber trabajado como consultora legal para el proyecto minero desde su etapa inicial en el 2003, cuando aún la concesión estaba bajo la administración de Placer Dome.

En los últimos nueve años, Barceló había desempeñado un rol esencial dirigiendo la gestión legal, así como en la implementación de planes fundamentales con impacto transversal en toda la operación.

Juana, cuéntanos de esa noche cuando Don Manuel Rocha te dijo que serías la próxima Presidenta de Barrick Pueblo Viejo ¿Cuál fue tu primera reacción ahí?

“La verdad que al principio fue como Wow: ‘¿y yo podré realmente con esto?’… pero el empoderamiento que él me dio, todo el apoyo que recibí, el apoyo del equipo también, sobre todo de algunos de mis compañeros que venían hace un tiempo diciéndome ‘esa posición debe ser para ti, tu eres la persona que debe ocupar esa posición’… definitivamente que eso me ayudó mucho y, por otro lado, a mí me encantan los retos, y entonces decidí asumir el reto”.

El día que se anunció tu nombramiento, los medios de comunicación decían: “Una mujer presidirá Barrick Pueblo Viejo”, no decían tu nombre, ni que eras una dominicana. ¿Qué te pareció eso? ¿Qué se te vino a la mente? ¿Te molestó?

“(Risas)… No, la realidad no me molestó para nada… yo lo que sí pienso es que justamente en esos días se estaba debatiendo mucho, discutiendo en los medios de comunicación de que las mujeres no tomaban posiciones altas en las empresas. Y ese día recibí mucho apoyo, no te puedo decir la cantidad de personas que me escribieron ese día, pero la mayoría eran mujeres. Eso sirvió como empoderamiento para las mujeres en el país. La realidad es que causó un impacto en nuestra sociedad, que es una sociedad machista, y sobre todo que fuese en el sector minero, que es un sector dominado por hombres, y que la participación de la mujer ha sido siempre muy limitada. Sin duda que el nombramiento causó un impacto en la sociedad dominicana”.

Hoy presides, quizás, la empresa número uno del país, la que más ha invertido, la que paga más impuestos y la que aporta más recursos en responsabilidad social. Sin duda, es un gran peso, ¿Lograbas dimensionar eso el día de tu nombramiento?

“Sí, sí lo lograba dimensionar… lo importante y el impacto que significaba. Lo que representa. Definitivamente que sí. Por eso te soy sincera: me dio un poco de temor al principio… ‘¿podré yo llevar esta empresa, o asumir el cargo con propiedad y hacer las cosas correctamente?’… no me faltó el temor, pero lo asumí, y la verdad es que se están dando los resultados. A pesar de que muchas personas dentro del mismo sector decían: ‘no, una mujer… es imposible’… Incluso, todavía después de mi nombramiento. Eso sí que fue una de las cosas más difíciles en el inicio, porque cuando tú tienes un sector que está predominantemente, o totalmente, dominado por hombres, pues la realidad es que hay un rechazo hacia las mujeres, y piensan que  la mujer no va a poder… ¡Pero eso ya es un tema del pasado! Porque mis mismos compañeros, y las personas dentro del sector, han comentado a viva voz la diferencia que han sentido y que realmente estoy contribuyendo y le estoy agregando valor al desarrollo de la mina, y que se ha notado la diferencia”.

¿Porqué crees que te designaron como Presidenta?

“Mira, yo pienso que definitivamente la persona clave fue él (Manuel Rocha), que dijo: ‘debe ser ella’. Siempre me decía que era la persona más capacitada para asumir la posición. Entonces, entiendo que por mis cualidades personales y profesionales, por todo lo que aportan mis contribuciones a la empresa, y el hecho de ser dominicana, definitivamente que eso influye también. Nosotros tenemos como empresa internacional un compromiso de desarrollar el talento local y que los dominicanos puedan seguir asumiendo puestos cada vez más altos y que sea una empresa de 100 % dominicana. Entonces, eso es parte de ese compromiso y es un voto de confianza”.

Cuando fuiste designada, me llamó la atención algo que leí, donde dice que tú eres “socia” de Barrick. ¿Tienes acciones de la empresa?

“Mira, ser socio es un programa que tiene Barrick donde seleccionan a personas en las distintas jurisdicciones donde operamos que la empresa quiere conservar, por lo que representan esas personas a nivel de contribuciones a la empresa. Donde se celebran reuniones periódicas, donde todo el mundo tiene la libertad de poder expresarse, decir las cosas que recomienda para la empresa y lo que entienden. Vamos a decir que son personas ‘estratégicas’ a nivel de la corporación en las distintas jurisdicciones. Eso significa que parte de mi compensación, definitivamente, es en acciones. Y aprovecho para comentarte que todos en Barrick Pueblo Viejo, todos, tenemos acciones en la empresa. Y por eso nosotros somos dueños de la empresa, todos somos dueños, es decir, los empleados de aquí reciben acciones. Ademas somos subsidiaria de dos entidades públicas que cotizan en los mercados de valores de EE. UU. y Canadá. Barrick es un 60 % y Goldcorp un 40 %”.

Te incorporaste a la empresa en el 2009, con el cargo de Directora Legal para Barrick Pueblo Viejo tras haber trabajado como consultora legal para el proyecto minero desde la etapa inicial en el 2003, cuando la concesión aún estaba bajo Placer Dome, es decir, llevas más de 15 años en la compañía.

“Así es, como tú dices, llevo 15 años… tengo más tiempo dedicándole a Barrick que a mis propias hijas (Risas). Mi hija mayor tiene 13 años y la verdad es que el sentimiento es casi como si fuese una hija mía la empresa, porque he celebrado los logros, igual como lo hago con mis hijas. También he sufrido todos los problemas que hemos tenido, la adversidades las he sufrido y también me preocupo porque la empresa sea cada día mejor, por el futuro, porque sigamos creciendo, y sigamos siendo un aliado de República Dominicana. Entonces, es un sentimiento casi de madre”.

Los últimos nueve años fuiste líder de los procesos de cumplimientos normativos ético y de transparencia de Barrick, así como la implementación de planes fundamentales con impacto transversal en toda la operación, ¿Cuáles han sido las diferencias más notables ahora con tu nuevo cargo?

“Mira, comenzando con la responsabilidad, obviamente no es la misma. Todo lo que es la gestión de licencia social y que pueda garantizar la operación, pues anteriormente yo podía ser un brazo ejecutor y ahora recae sobre mi, pero yo pienso que lo más importante es que he pasado de ser ese brazo ejecutor a ser la persona que se tiene que enfocar en la parte estratégica, en las decisiones vamos a decir importantes. Pero también ser líder para mi equipo y poder empoderar ese equipo en ayudarlos a que cada vez sean mejores y ayudarles a solucionar los problemas y los obstáculos. Ya no puedo verlo como una visión solamente de un departamento, sino que ya tengo que verlo con una visión más general, más macro”.

Cuando tienes una decisión difícil en algún momento, quizá hasta de dudas, ¿con quién lo consultas?

“Bueno, lo primero es que yo pienso en el liderazgo participativo e inclusivo y me gusta la participación del equipo. Me gusta escuchar las distintas opiniones, y que ellos se sientan libres y que puedan definitivamente contribuir. Entonces, mi equipo es parte, es decir, cuando son temas difíciles lo llevo y lo discutimos. Lo consulto con mi almohada también (Risas)… y a nivel de mentoría, también puedo hacerlo con distintas personas a nivel de la corporación. Puedo llamar a personas que tienen más experiencia que yo en diferentes áreas que me pueden hacer recomendaciones, y dependiendo la situación que se trate, puedo enfocarlo o comentarlo con alguien en particular”.

¿Cómo es el día día en Barrick, donde deben explotar un mineral que se rige por precios internacionales?

“Tenemos una estrecha relación con Barrick Gold de Toronto. Por ejemplo, tenemos reuniones semanales con todas las minas del mundo, todos participamos. Ahí damos a conocer lo que se nos presenta, los retos, etc. Todo es por video conferencia, entonces, todo el mundo se ve y el todo mundo hace una presentación de una página. Entonces, ahí se presentan cuáles son los riesgos, cuáles son las situaciones difíciles, y hay una cosa nueva también, que ha sido parte de ese proceso de la interacción, que son las situaciones que se presenten en las mina, y ahí te pueden hacer recomendaciones. También, si tenemos alguna situación compleja, la corporación nos manda a algunas personas, a técnicos internacionales que vienen y que nos ayudan con cualquier problemita que tu puedas tener con el equipo. Nos mandan personas de primera línea para que nos ayuden y trabajen con nosotros”.

¿Cuántas veces vas a la mina al mes?

“Todo depende de la agenda (Risas)… Puede ser entre 5, 6, 7 veces, todo depende… En promedio, una vez a la semana. Y si no voy a la mina, también voy a las comunidades porque yo, por ejemplo, una gran parte de mi trabajo, es desarrollar relaciones con los distintos sectores. Entonces, me gusta ver que está pasando en el pueblo. Si tenemos alguna queja, algún reclamo, alguna situación en particular. Yo voy y evaluó eso. Me reúno con las autoridades locales”.

¿Qué sello personal te gustaría imprimirle a tu administración en Barrick Pueblo Viejo, que luego todos recuerden?

“Mira, yo lo que quisiera es que todo el equipo entienda que primero son las personas y que, básicamente, si nosotros tenemos personas que se sientan contentas consigo mismas, ahí está la clave. Nosotros queremos ser siempre la mejor empresa y si nuestro personal realmente no está comprometido, pues nuestros resultados no van a ser los mismos. La idea es que seamos personas más felices, y si somos más felices vamos a trabajar más a gusto. Vamos a trabajar en equipo cuando nos preocupemos más por las personas. Ese me gustaría que fuese mi sello en Barrick”.

¿Cómo evalúas estos primeros nueve meses en la presidencia de Barrick?

“Han sido nueve meses con muchos retos, pero la realidad es que hemos ido poco a poco tratando de solucionar los temas. Te puedo decir que, en general, me siento satisfecha con la gestión que se ha realizado en estos últimos nueve meses de la empresa. La verdad es que pienso que ha sido buena la evaluación, y también he recibido los comentarios, tanto mineros como de los propios empleados de la empresa, de mis propios compañeros, colaboradores… me siento tranquila”.

¿Es realmente es el reto más grande de tu vida?

“Como yo lo veo, el reto más grande mío es que Barrick Pueblo Viejo se perciba como un aliado del desarrollo sostenible de República Dominicana, porque lamentablemente existe mucho desconocimiento sobre la minería en el país. Nos hemos quedado con la minería de los años setenta y los años ochenta y no hemos hecho el cambio. Entonces, lamentablemente, la minería puede ser objeto de agendas particulares, puede ser objeto de temas populistas entre una cosa y la otra, pero te puedo decir que la minería cambia vidas, y eso yo lo he visto y lo he vivido, y una de las cosas que más me motiva realmente es trabajar en el sector”.

Barrick Pueblo Viejo y su inversión 

Barrick ha invertido US$4.500 millones en la construcción de su planta, y US$300 millones en Quisqueya I, la inversión más grande en la historia del país, ¿hay más que invertir?

“Constantemente nosotros estamos haciendo inversiones, la realidad es que constantemente hay que hacer cosas. Por ejemplo, nuestra empresa de cola siempre está en construcción, siempre en crecimiento, y seguimos invirtiendo recursos”.

Esa inversión de de US$300 millones en el complejo energético Quisqueya I (430 MW), ha reducido los precios del mercado spot de energía en un 30 %, lo cual se traduce en mayor disponibilidad de fondos para el Estado. ¿Seguirán invirtiendo en plantas de energía, o ya no es necesario para las labores de Barrick Pueblo Viejo?

“No, actualmente no, pero si nosotros estamos ahora mismo trabajando para completar el circuito de gas natural de la planta de Quisqueya I”.

¿Cuándo se transformarán?

“ Pensamos que a finales del año que viene, todo va a depender del contratista que nos va a suplir el gas, pero ese es lo que nosotros estamos visualizando, en el 2019”.

Supongo, ¿ese va a ser un ahorro increíble?

“Sí, pero no solamente es un ahorro, es parte de nuestro compromiso con el cambio climático y la reducción de emisiones de CO2. La reducción de la planta de Quisqueya I van a ser como 250 mil barriles de petróleo menos, son números exorbitantes. Yo recuerdo que alguien me hizo el cálculo y me decía: ‘mira, que es como que tu saques 45 mil carros de circulación”.

Desde el inicio las operaciones comerciales han pagado al Estado dominicano más de 1.602 millones de dólares en impuestos directos e indirectos…  

“1,700 millones de dólares según los últimos montos que vi, fueron 1.700 millones…”.

¿Qué significa ser la empresa que paga más impuestos en este país? Supongo que con Magín tienes una relación excelente…

“(Risas)… Sí, porque somos una empresa que cumplimos y en el Estado son conscientes, y el Estado sabe, tiene mucho conocimiento de lo que son empresas públicas que cotizan en el mercado de bolsas, y la realidad es que existe mucha confianza en la relación y nosotros constantemente estamos siendo auditados”.

El oro y la plata 

¿A cuánto debe estar el precio de la onza de oro en el mercado mundial para que Barrick pueda mantener sus operaciones? Hoy está en 1,220 dólares la onza (2 de noviembre)?

“Lo que pasa es que eso varía, hay muchos factores que intervienen, no es como un precio así como así. Ante esto, Barrick  hace una declaración de todas sus minas, no es una solamente de Pueblo Viejo, en particular de Pueblo Viejo… por eso prefiero no darte número que no sea consistente con lo que hemos dicho en el mercado. Pero, por lo general, lo que se visualiza es alrededor de 1,000 dólares por onza, pero eso varía. Es como que vamos a decir, es lo mínimo, el piso, pero obviamente que no queremos eso”.

¿En qué lugar se ubica hoy Barrick Pueblo Viejo en el mundo, en producción de oro?

“Es la segunda mina en capacidad de producción, pero eso varía también. Nosotros hemos sido cuarta, hemos sido tercera, entonces, eso varía…”.

¿Cuándo fue segunda, el año pasado?

“Este año somos la segunda, el año pasado fuimos cuarta creo, o tercera, pero este año si somos la segunda porque vi la publicación en mayo pasado, de que somos la segunda mina más grande del mundo por su capacidad de producción de oro”.

El 2017, ¿cuántas onzas de oro produjeron?

“El 2017 fue un millón 36 mil onzas de oro, más o menos…”.

¿Cuánto están produciendo, mas o menos, en plata?

“Mira, lo pronosticado es alrededor de cinco millones de onzas al año, pero eso puede variar …”.

¿Porqué nuestro oro se tiene que fundir con la plata, porqué no se puede fundir solo la plata y el oro aparte?

“Pues se requiere una inversión muy significativa que realmente no sería viable, porque hacer una inversión significativa solamente para el Doré nuestro no hay mercado, vamos a decir, y nosotros no lo contemplamos, económicamente no hace sentido”.

¿El Doré Dominicano se funde todo en Canadá?

“Bueno, realmente nosotros le entregamos a la refinería con la cual tenemos contrato. Es decir, donde lo mandamos por lo general es a Canadá o ellos a veces también los envían a la India”.

¿Has tenido algún Doré en la mano?, ¿Qué sensación tuviste?

“Sí, lo he tenido, pero fue al principio…y como tu comprenderás, es esa satisfacción de: ‘Wau, finalmente’”.

¡Por esto trabajamos!

“(Risas) Sí, ¡por esto trabajamos! Es una gran satisfacción porque ese es el resultado final de este trabajo”.

Juana, la mina tiene 25 años estimados de vida útil, y se espera una producción de más de 1 millón de onzas de oro por año durante los primeros cinco años de producción, ¿esos cinco años ya se cumplieron?

“Sí, ya se cumplieron”.

Es decir, ¿A cuánto empezará a disminuir de aquí en adelante la producción de oro?

“Este año que ya viene siendo nuestro sexto año y vamos a estar en alrededor de un millón de onzas”.

¿Qué pasa con los próximos años, disminuirá la cuota?

“Eso es relativo, pero lo que sí te puedo decir es que estamos aquí a largo plazo…”.

Liderazgo 

¿Cómo enfrentas el liderazgo en una empresa con más de 2,200 empleados?

“Como yo lo veo, y como te decía anteriormente, a mi me gusta darle participación a la gente, al equipo que tengo. Al equipo que me reporta. Debe ser un liderazgo bien inclusivo y participativo, donde mi rol sea ayudar a que las personas sean mejores, a que hagan mejor su trabajo y a que juntos, alineados, logremos nuestros objetivos, así es como yo lo veo”.

¿Cómo crees que los dominicanos perciben a Barrick Pueblo Viejo?, ¿Cómo una empresa extranjera o dominicana?

“Yo pienso que tal vez la pueden percibir un poco como una empresa extranjera, pero cada día ha ido cambiando eso, y sobre todo porque estamos informando mucho de que somos una empresa dominicana y queremos que sea conocida como una empresa dominicana. Yo cada vez que tengo la oportunidad lo digo. A mí me gusta decir que Barrick Pueblo Viejo es una empresa dominicana, ¡porque ahora mismo alrededor del 96 % de nuestros empleados son dominicanos! Cada vez nosotros estamos trabajando en el fortalecimiento de los empleados dominicanos y cada extranjero que está aquí tiene un plan de sucesión y ese plan de sucesión tiene un dominicano, y hay metas, y esos dominicanos tienen planes de desarrollo”.

La fiscalización en Barrick 

¿Cuál es la labor específica que hace la Dirección General de Aduanas en la mina todos los días?

“Sí mira, nosotros de hecho fuimos los que invitamos a la Dirección General de Aduanas a que participara en todos los procesos de fundiciones que se realizan y, de esa manera, cada vez que hay un vertido de Doré pues ellos están fijos ahí. Ellos reciben las muestras de cada vertido, entonces, pueden hacer sus cálculos, de saber cuál es la cantidad más o menos estimada de oro y de plata que hay. Y también están ahí para revisar. Pero no solamente tenemos personal de Aduanas constantemente en la mina, si no que también tenemos personal de Energía y Minas, quienes contantemente revisan, realizan tomas de muestras de agua, de asuntos medio ambiente. También tenemos personal de la policía, del Ministerio de Defensa, es decir, es una operación muy fiscalizada por las autoridades. El otro día recuerdo que estaba revisando los números de inspecciones y nosotros, en los últimos cinco años, sin contar este año, tuvimos 222 inspecciones… es constante, y es más: esas son inspecciones particulares porque lo que te estoy diciendo son fijos, y Energía y Minas no nos piden permiso para tomar una muestra. Ellos sencillamente van y toman muestras”.

Es decir, ¿tienen una gran fiscalización?

“Bueno, nosotros somos una empresa publica… déjame aclarar eso: somos dos entidades públicas, entonces, también tenemos que tener una gestión transparente. Nosotros tenemos que tener al mercado informado”.

Juana Barceló 

Juana, naciste en Hato Mayor, cuéntanos de tu vida junto a tu familia en esa localidad. 

“Mira, la realidad es que salí pequeña de Hato Mayor, entonces sí, nací en Hato Mayor y mi familia vive allá aún. Mi padre vive allá pero yo, por ejemplo, en el colegio cuando pequeña iba al colegio en San Pedro de Macorís, un colegio de monjas y ya después pues vine al colegio aquí en Santo Domingo. Pero sí, yo me acuerdo que compartí con mis hermanos. Es muy diferente vivir en una ciudad donde tu circulas libremente, no hay peligro. Jugábamos mucho a todos los deportes. Yo montaba la bicicleta, ibamos a una finca, montábamos caballos. Amo los caballos y la verdad montaba mucho de joven, andaba con mi papá para todos lados,  que si a la finca de cacao, que si el café, yo vivía en eso… hacíamos muchas cosas que, obviamente, en una ciudad no se dan, y nada… mi papá y mi mamá todavía viven allá”.

Estudiaste Licenciatura en Derecho en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Por qué decidiste estudiar derecho?

“Yo realmente quería estudiar diplomacia, porque me encantan las relaciones públicas… bueno, la parte que es de gobierno, todo ese tema de relaciones internacionales, y yo decía: ‘a mí me gustaría ser diplomática, pero la realidad es que yo, en un momento, tuve la ‘suerte’ de que a mi padre lo forzaron a estudiar una cosa que él no quería, y entonces siempre me dijo: ‘estudia lo que tú quieras, si tu quieres ser barrendera, barrendera, pero lo que te guste y lo que disfrutes’… entonces, dije mira, a los 16 años, en vez de estudiar diplomacia, que realmente la tenía solo una universidad, que no era de las mejores universidades en ese momento, dije: ‘voy a estudiar Derecho que tiene parte de diplomacia’, y empecé a estudiar Derecho y la verdad me encantó la carrera. Pero no era que yo pensara ser abogada de tribunales ni nada de eso, en ningún caso. Me encantó la parte de negocios, tuve muy buenos profesores y la verdad es que disfruté mi carrera”.

Hiciste una Maestría en Derecho en la Universidad de Georgetown, en Washington. ¿Cómo fue esa experiencia?

“Fui a Washington cuando joven la verdad, antes de terminar la universidad, de estudiante, y la verdad me enamoré de la ciudad. Yo dije que ciudad más linda. Realmente me encanta, me encanta, porque es una ciudad que tiene personas de distintas partes del mundo, una ciudad abierta, donde el nivel educativo de las personas es muy alto. Tiene grandes universidades en la zona. Una ciudad limpia. Tiene museos. Tiene tantas cosas que yo dije: ‘quiero estudiar aquí’, y yo recuerdo que cuando empecé mi proceso de aplicación, mi papá que también estudió en Estados Unidos me decía: ‘tú tienes que aplicar a más de una universidad’, y yo le decía: ‘no, es a esa que quiero (Georgetown), es que es ahí donde yo quiero estudiar’”.

Luego, en 1999, regresaste al país para integrarte al equipo de consultores de la empresa Pellerano & Herrera, donde te desarrollaste en diferentes áreas y niveles profesionales, hasta la posición como Abogada Senior a cargo del equipo de sociedades, y atendiendo diversos aspectos de corte financiero para las organizaciones con las que trabajó. ¿Qué fue para ti haber trabajado en Pellerano & Herrera?

“Una gran escuela. La realidad es que aprendí mucho y no solamente en temas de Derecho, pues yo trabajaba muy de la mano con Luis Rafael Pellerano, y la verdad es que es un excelente negociador, es una persona que se maneja muy bien en temas de gobierno. Aprendí muchísimo, teníamos una muy buena relación. Vamos a decir que hacíamos un muy buen equipo, porque si bien él se concentraba en ciertas cosas, yo me concentraba en las otras y la verdad es que aprendí, trabajé en transacciones grandísimas de este país. Realmente lo disfrutaba. Fue una etapa de mi vida que la recuerdo con mucho agrado y con mucho agradecimiento. Fueron 11 años, entonces ya llegaba un momento en que tenía que moverme”.

Consulta la fuente original aquí.