Muchas veces hemos escuchado sobre la importancia de la cadena de valor en la correcta gestión de cualquier empresa; sin embargo, no todos están familiarizados con su relevancia en el camino hacia la implementación de prácticas sostenibles, especialmente en sectores que mantienen una estrecha relación con el medio ambiente, como la minería.
De acuerdo con el economista estadounidense Michael Porter, la cadena de valor se refiere a la secuencia de actividades realizadas por una empresa, es decir, cómo se desarrollan las diferentes actividades dentro de la misma. Esto puede abarcar desde la producción de un producto hasta su posterior venta, o en el caso de la minería, desde la extracción de los recursos hasta su procesamiento para su uso en las actividades diarias de las personas.
Es por eso que en los últimos años se ha vuelto cada vez más importante establecer una cadena de valor sostenible que tenga el menor impacto posible en el medio ambiente. Con el objetivo de lograr una gestión positiva durante el proceso de trabajo, la empresa BHP nos presenta algunos puntos clave que deben tenerse en cuenta y que se han convertido en hitos importantes en la cadena de valor.
Ante todo, para alcanzar el éxito, debemos ser minuciosos desde el principio, por lo tanto, lograr un abastecimiento sostenible es fundamental para integrar consideraciones de sostenibilidad en la logística de las cadenas de suministro. Una parte fundamental de nuestro trabajo consiste en lograr una extracción de recursos que genere la mínima alteración en los ecosistemas y procurar conservar la mayor biodiversidad posible.
Además, otro punto importante a tener en cuenta es la administración responsable de los procesos, durante la cual es importante garantizar el cumplimiento de las expectativas de abastecimiento responsable del mercado con los recursos que extraemos. Esto implica una supervisión exhaustiva del trabajo de nuestros colaboradores para que realicen sus labores sin generar un impacto negativo y procurando un óptimo desempeño.
En este sentido, una gestión responsable es esencial para generar resultados sostenibles, óptimos y eficaces en las cadenas de valor. Por lo tanto, es crucial que las empresas conozcan dónde comienzan y terminan sus cadenas para priorizar que estas tengan el menor impacto posible en el medio ambiente.
Durante la gestión responsable de nuestra cadena de valor, podemos enfrentar algunos desafíos que debemos superar y que, según nos explica Deloitte en su informe, pueden tener un impacto negativo en nuestro trabajo. Según el documento, los desafíos que debemos superar son los siguientes:
- Sin duda, los efectos del cambio climático afectan severamente las actividades económicas de diversas industrias, llegando a afectar tanto su trabajo como los resultados planificados. Ante este panorama, es importante promover un desarrollo económico bajo en carbono en las principales industrias, implementando acciones como el uso de energías renovables. Del mismo modo, es crucial brindar conocimientos sobre las medidas preventivas que se pueden llevar a cabo antes, durante y después de un fenómeno atmosférico en beneficio del bienestar de las comunidades vecinas.
- En el proceso de transición hacia la sostenibilidad, cada vez hay más interés por parte de los empresarios en realizar inversiones responsables, por lo que es fundamental saber implementar planes de trabajo que contemplen acciones sostenibles que puedan impulsar desde sus industrias y que atraigan la atención de los inversionistas.
- Actualmente, los consumidores han modificado sus hábitos de consumo y preferencias, exigiendo insumos y servicios responsables con el medio ambiente y manteniendo una constante transparencia con el público.
Por lo tanto, nos enfrentamos a situaciones que representan un desafío tanto para las empresas como para las comunidades, como las temporadas cíclicas, las inundaciones y las crecidas de los ríos. Estas situaciones nos afectan considerablemente, pero podemos intervenir de manera responsable para evitar desastres mediante la realización de monitoreos constantes, la creación de organismos de seguridad o la implementación de protocolos de socorro, entre otras herramientas que podemos impulsar desde cualquier punto de la cadena de valor.
En definitiva, la nueva perspectiva del mundo empresarial impulsa una mayor preocupación por su impacto en el medio ambiente y, por ende, el desarrollo de una cadena de valor sostenible mediante la implementación de acciones responsables. Por lo tanto, se espera que las organizaciones respondan de manera acertada a las necesidades sociales, ambientales y económicas de su entorno.